sábado, 9 de marzo de 2013

Dos tipos de verdad

Enviado por Francisco Limonche Valverde


Creo que hay dos tipos de verdad. Una pequeña, que es con la que convivimos más frecuentemente, y otra grande, de la que sentimos sus consecuencias.
La pequeña está formada por el linaje, educación, entorno… La grande es todo lo que se sale de esto.
La verdad pequeña es cierta y coherente; de no serlo sus consecuencias en la vida cotidiana y privada de cada cual es muy dura. Por ejemplo cuando pensamiento, palabra, acción y sentimiento miran en distinta dirección, o cuando uno dedica la mayor parte del escaso tiempo de vida a sobrevivir y no se detiene hasta la muerte para mirar en perspectiva o saber de qué va esto.  Paradójicamente la verdad grande se nos escapa por falta de tiempo. Por ejemplo en los últimos años se ha dado un cambio de paradigma en la verdad grande y sin embargo este no se acaba de concretar, a menos que también sea más de lo mismo y no pase nada finalmente. El ensueño y los sueños espontáneos que nos pueden acercar a la verdad grande forman parte de un límite, que al menos yo de momento no he trascendido.
Me paso la vida buscando certezas y me siento impotente para  avanzar más allá de lo evidente y manido.
Probablemente el pensamiento griego sea el que mayores evidencias proporciona para entender la desazón humana. Los dioses, dicen, los sabios griegos no son divinos; son como nosotros, pero con mejores herramientas.
El dios de nuestro tiempo, Zeus, se llama ahora materialismo; su vara de poder las armas modernas.
Comparto una página web que me gusta, de un hombre controvertido y polémico. Harun Yahya, (Aaron, Juan), turco, islamista.
La tesis central de Harun Yahya, con la que estoy de acuerdo, es que el darwinismo ha provocado y sigue provocando un sufrimiento sin límites al género humano (hay aspectos de Harun Yahya que no comparto en absoluto y aun así sigue siendo interesantísimo). El darwinismo dice justifica la supremacía de los más poderosos sobre los débiles, hasta el exterminio, por ser esto parte de la evolución natural. Si es así, ¿porque las cebras no tienen úlcera o los leones no infartan?


Lo que no me gusta de Harun Yahya es lo que dicen de él sus detractores, de ser esto cierto, y es que dogmático y aplica a los que no piensan como él lo mismo que combate. Sin embargo, qué buenos son los documentales y muchos de sus libros¡
Hay una enciclopedia de tres tomos que pone Harun Yahya a disposición de todos a través de su página web, desde la que además se pueden descargar 42 libros en español y bellísimos y didácticos documentales.
Que lo disfrutéis.

Página web HARUN YAHYA: http://harunyahya.es/


PELICULA, UN CACHETAZO AL DARWINISMO

Buen fin de semana.
FLV

1 comentario:

  1. Visto el segundo video enviado por Limonche y después de haber reflexionado sobre la tesis que expone de Harnan Yahya, se me ocurre pensar antes en lo que el mensaje tiene de positivo, que en la negatividad cuya aceptación supondría volver a la Edad Media.
    Trataré de explicarme.
    No debe preocuparnos que Harnán Yahya discuta la evolución, porque en definitiva la incorporación del mundo musulmán al idioma universal de la ciencia, aunque sea para criticarla, mañana fructificará en su acierto de asentar la pirámide sobre la base. Por otra parte debemos entender la resistencia histórica y pertinaz de ese mundo a pensar en “cristiano”. Tiempo al tiempo, Limonche, a Europa le ha costado muchos siglos, sangre, sudor y lágrimas, construir una sociedad en la que las mujeres tienen derechos y votan libremente en las elecciones políticas, y los homosexuales o los gitanos viven en el mismo plano de igualdad que heteros y payos. Demos el tiempo debido a los musulmanes que ya se atavían con trajes a la europea y corbata, y mañana, cuando descubran que esta Europa que ha llevado la iniciativa en la ciencia y progreso de la humanidad, desde el Renacimiento, ha logrado incluso la paz durante siete décadas, se tornarán inteligentes y razonables darvinistas.
    No es tan raro, Limonche, hace tan solo 10.000 años todos los pueblos del planeta eran cazadores recolectores, tal vez no más de diez millones de humanos. Cultivar plantas y domesticar animales le ha permitido multiplicarse por mil. Hoy, sin embargo, los cazadores viven en hábitats marginales, (bosquimanos y aborígenes australianos)la civilización no lleva al hombre hacia adelante en un solo rebaño, sino en múltiples... ¿Cómo no van a darse diferentes interpretaciones de la existencia humana en civilizaciones tan alejadas? Pero la realidad, como dice el proverbio, es que la hierba con el tiempo se convierte en leche, y en quince mil millones de años de evolución, el hidrógeno en humanidad.

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